Las ventajas del suelo radiante para el hogar

Las ventajas del suelo radiante para el hogar son innumerables. Todos sabemos que cuando comienza la temporada invernal o antes, hay que pensar qué método será el elegido para el calentamiento de nuestro hogar, puesto que, tanto el frío como la humedad pueden afectarnos no solo en lo físico, también a las cosas que podamos tener en nuestra casa. Por este motivo hay que pensar en soluciones para que se caliente.

Actualmente hay varias formas para que nuestro hogar disponga de calefacción. Una de las que menos se conocen, pero que cada vez tiene más popularidad es la utilización del denominado “suelo radiante”. Todo esto hace que sea necesario determinar qué ventajas tiene este tipo de suelo y en qué va a consistir, para ver si es la alternativa que se precisa.

¿Qué es el suelo radiante?

Básicamente es un sistema de calefacción para los hogares que son tubos plásticos en los que va a circular agua caliente por la totalidad del hogar. Se le denomina suelo porque en muchas casa lo que hace es ponerse en el suelo, pero también es posible instalarlo en las paredes.

La instalación en el suelo suele ser la más popularidad y eficaz, pues de todos es sabido que el calor tiene una tendencia clara a subir. Así es como vamos a notar calor en el propio suelo, pero al mismo tiempo se van a caldear las habitaciones. Es un suelo que se instala normalmente debajo del pavimento y con una capa de mortero. Por este motivo tiene unas ventajas que merece la pena conocer:

Conociendo sus ventajas:

En Garcia Guirado, especialistas en este tipo de soluciones, nos han comentado que este tipo de calefacción como es el suelo radiante, tiene un reducido gasto, ya que cuenta con tubos delgados y que portan escasas cantidades de agua, que se va calentando a unas temperaturas que oscilan entre los 36 y los 40 grados, reducidas si lo comparamos con los hasta 90 grados que pueden consumir los calefactores.

Hablamos de una clase de calefacción que podemos mantener hasta con las tan famosas energías renovables, pues el consumo de energía no es tan elevado como cuando se usan otra clase de alternativas. Respecto a esto, podemos decir que es bastante más ecológico y económico, aunque sí que es cierto que en la instalación vamos a gastar un poco más.

No olvidemos tampoco que nos da la posibilidad de ir decorando sin necesidad de pensar en los elementos calefactores. Existen otros sistemas en los que hay que pensar en cómo se deben tapar los radiadores o cómo se puede instalar una chimenea.

Aquí hablamos de una instalación que podemos encontrar bajo el suelo, permitiendo que se decore sin estar preocupándose por esta clase de cosas. Si contamos con un ambiente pequeño en casa, será una importante alternativa, pues no vamos a tener que dejar espacio para los elementos de la calefacción.

Los suelos radiantes también tienen ventajas que no tienen otra clase de sistemas, pues el agua que circula por los tubos puede llegar a circular, tanto a temperaturas altas como reducidas, de tal manera que en verano se puede usar agua fría para que se refresque el ambiente. Esto hace que se pueda disfrutar de dos sistemas en uno único.

La última ventaja de la que hablaremos es de la sensación que da al usuario en cuanto al confort. El calor que llegará al suelo es mayor que a nivel de cabeza, algo básico para un buen bienestar. Se reparte además bien en los techos altos.

Las desventajas del suelo radiante

Como principal está claro que se tiene que levantar el suelo y la instalación no es económica al compararse con otros sistemas. Por todo ello todavía no es muy popular en nuestro país. Eso sí, hay que pensar que también se puede ahorrar a largo plazo utilizando esta clase de calefacción ya que usamos agua que podemos calentar con otras energías renovables.

Cuando se instala, lo mejor es realizar la pertinente consulta al especialista, por la complejidad de la instalación. Según Tarimas Selectas, la tarima es una de las mejores opciones ya que transmite muy bien el calor de la instalación y, además, es mucho más sencilla de instalar que el azulejo cerámico o el vinilo ya que, aunque este último es muy fácil a priori de instalar ya que solo ha de pegarse a la superficie que haya en ese momento, al poner debajo el suelo radiante se complica todo porque le calor que emite podría estropear el pegamento del vinilo entre otras cosas. Además, las averías en este sentido pueden suponer el levantar el suelo, lo que puede ser un gasto extra. Existen otros sistemas donde las averías no necesitan un coste tan alto.

Podemos concluir diciendo que es un buen sistema que aunque tiene un coste algo más elevado, es una de las alternativas más recomendables cuando se quiere disponer de calefacción en el hogar. Mucho confort y un ahorro importante a largo plazo, especialmente si lo combinamos con la energía solar, que es una de las renovables más adecuadas.

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