Estamos en un momento en el que la publicidad y el marketing, sobre todo en lo que respecta al entorno digital, son más importantes que nunca. A nadie le debe extrañar que las empresas estén más interesadas que nunca en los entornos digitales y web. Y es que es ahí donde se genera la mayor parte del tráfico de clientes en la actualidad, máxime en un momento caracterizado por la presencia del COVID-19. La necesidad de apostar por un entorno web se ha multiplicado y por eso, más que nunca, hay que potenciar el conjunto de estrategias digitales que seguimos.
Ya sea en un entorno digital o tradicional, hay una cuestión que es básica en todo lo que tiene que ver con marketing o publicidad: hablamos del color, un asunto que no cabe la menor duda que es fundamental para tratar de llamar la atención de la gente de una manera mucho más directa y efectiva. Desde luego, no cabe la menor duda de que sería fundamental que se desarrollara una estrategia de color adecuada a cada modelo de negocio. Porque está claro que los colores hablan por sí mismos. Como si tuvieran vida propia.
Una noticia que vio la luz en el portal web Neuromarketing informaba de cuál debería ser la opción escogida para decidir el logo y, por ende, el color corporativo de una entidad. Hay varias preguntas que debemos preguntarnos para intentar dar en el clavo en lo que tiene que ver con este asunto: ¿Qué es lo que queremos comunicar? Si somos una compañía centrada en muchos procesos ecológicos y naturales, es ideal apostar por el verde. Si queremos transmitir elegancia, quizá el negro sea la mejor opción. Por otro lado, también merece la pena preguntarse si debemos apostar solo por un color o por varios.
Otra información, en este caso publicada en la página web Merca20, aseguraba que hay cinco colores en total que son ideales para diseñar un logo y para ser capaces, con ellos, de llamar la atención de los clientes. Esos colores son el azul, el rojo, el verde, el naranja y el amarillo. Desde luego, son colores que son perfectamente reconocibles por parte de todo el mundo. Eso ayuda de manera realmente interesante a que nuestra imagen de marca se exponga mucho mejor. Desde luego, esa ha sido la clave de la mejora de la reputación de nuestra entidad.
El color es uno de los elementos más importantes a la hora de exportar la imagen de nuestra entidad. Y lo es en todos los soportes, tanto en los digitales como en los tradicionales. Los profesionales de Decolor nos han comentado que, por ejemplo, son muchas las personas que, estando al cargo de un pequeño comercio, han decidido realizar la compra de pinturas de su color corporativo para decorar las paredes de su local comercial. El número de pedidos ha crecido sobre todo en lo que respecta a Internet y tiene pinta de que todo lo que tiene que ver con la venta de pintura va a seguir creciendo a través de canales relacionados con el comercio electrónico.
Efectividad más que demostrada
El color sirve para llamar la atención no solo de la gente en general, sino de nuestro público objetivo en particular. Por poner un ejemplo, os podríamos comentar que, para el caso de una empresa cuyo perfil de cliente habitual sea una persona joven, lo más idóneo sería contar con un color corporativo naranja, que es sinónimo de vida, de juventud. Si, por el contrario, buscamos un público más selecto, tirar por el negro nos puede ayudar a demorar más calidad, un tipo de producto más ‘gourmet’.
No olvidarse del marketing digital es clave
Hay que tener en cuenta que los colores que elijamos para nuestro logotipo van a ser los mismos que luego le tengamos que imprimir a nuestra página web y que también tenemos que pensar en el entorno digital a la hora de decidir. Los colores que elijamos para nuestra entidad significan lo mismo en uno y otro sentido, el naranja seguirá denotando juventud y el negro, elegancia, en un entorno web o en nuestras redes sociales. A la hora de escoger el color, no nos podemos olvidar del público que nos puede llegar a través del mundo digital. Centrarse solo en lo físico es contraproducente.
Estamos seguros de que buena parte de las empresas que operan en el interior de nuestras fronteras han estudiado minuciosamente qué color hacer propio para ser capaces de llamar la atención de su público potencial. Son cuestiones cuya importancia no pasa desapercibida y que pueden constituir una explicación fundamental del éxito de una empresa en concreto. Las empresas que se relacionan con un color (Coca-Cola con el rojo, Mercadona con el verde…) son las que más rédito sacan de sus estrategias publicitarias.