El mundo empresarial ha asistido con preocupación todo lo que ha venido sucediendo a lo largo de los dos últimos años. La pandemia ha tenido unas consecuencias nefastas para muchos negocios, especialmente para las empresas más pequeñas, y no cabe la menor duda de que la incertidumbre, que es la peor amiga de los negocios, nos ha gobernado a todos y en cierta medida lo sigue haciendo. Por suerte, vamos recuperando la normalidad después de todo, pero si disponemos de un negocio todavía hay que seguir teniendo mucho cuidado. Son momentos en los que hay que andar con pies de plomo.
Una noticia publicada en la página web del diario Expansión manifestaba que había un total de 240.000 pymes en España que se encontraban en riesgo serio de verse abocadas al cierre como consecuencia de la pandemia. La verdad es que, teniendo en cuenta este número, ya nos podíamos ir haciendo una idea del tremendo impacto que tenía la llegada de una situación como de la que estábamos hablando. Ni que decir tiene que, desde luego, esto provocaría una subida del desempleo que tenía tintes de histórica y que podía mandar al garete los esfuerzos que habíamos venido haciendo en lo que tenía que ver con la recuperación económica tras la crisis de 2008.
El portal web El Economista, por su parte, aseguraba que el 99% de las empresas destruidas de la pandemia (68.000 entidades en total) tenía menos de 50 trabajadores, lo cual pone de manifiesto ese impacto que ha tenido esta crisis en lo que tiene que ver con las pequeñas y medianas empresas. Ni que decir tiene que, para quien llega justo a final de mes y para quien no tiene un colchón de millones de euros, es mucho más fácil verse afectado por una situación como de la que venimos hablando. Siempre ha pasado y va a seguir ocurriendo siempre que haya problemas de índole macroeconómico.
Esta situación pone en jaque a un determinado tipo de negocio, que no es otro que el de las asesorías. Este tipo de empresas viven de que haya pequeños negocios que necesiten ayuda a nivel fiscal, laboral… y que no tengan medios para costearse un profesional propio en este sentido. Precisamente por eso, la extinción de empresas de ese estilo ha hecho que las asesorías sufran los efectos de una crisis económica que ha sido realmente potente y que ha dejado a mucha gente sin empleo tanto en España como en otros países de nuestro entorno.
Como consecuencia de los problemas que ha tenido un negocio como el de las asesorías en España, ha hecho falta que el sector se reinvente en algunos asuntos y que apueste por aspectos como la tecnología. En ese sentido, lo que viene siendo habitual es que este tipo de negocios adquiera un software que les permita organizar su trabajo de una manera mucho más eficaz y eficiente. Y es que solo con productividad se puede salir de esta crisis o, al menos, combatirla. Los profesionales de Profiture nos han indicado que esa demanda de softwares ha crecido y que ese es el argumento que nos invita a pensar en una recuperación económica en lo que respecta a las asesorías.
Una recuperación a nivel general
Algunos de los datos que nos está dejando la actualidad invitan a pensar que lo peor de la pandemia en términos económicos ya ha pasado. Hemos visto cómo el nivel de paro es el más bajo desde 2008 y es evidente que eso es algo que soñábamos con conseguir hasta hace no demasiado tiempo. Desde luego, hay que seguir haciendo posible que esta recuperación se extienda a todos los niveles para que España recupere la posición que siempre ha merecido en lo que a Europa respecta.
Es cierta una cosa: en un momento como el que vivimos, la incertidumbre es algo que sigue estando ahí. No sabemos si van a surgir nuevas variantes del virus que hagan que las restricciones vuelvan y que tengamos que ver cómo nuestros negocios sufren las consecuencias de esto. Es algo que no se puede prever, pero también es algo contra lo que podemos combatir si la vacunación se extiende a toda la población mundial, cosa que esperamos que se haga efectiva de cara a los próximos meses.
Estamos seguros de que vamos a salir hacia delante y que vamos a vivir unos años de tranquilidad en lo que respecta a lo económico. Buena parte de la culpa de esto es de la tecnología, que nos permite tener una capacidad mucho más grande para ser eficaz y eficiente. Eso siempre es de utilidad y seguro que va a seguir siendo una de las claves para hacer posible ese aumento de la productividad que se viene demandando para hacer rentables a las empresas que forman parte de nuestro país.