Muchos de nosotros conocemos de primera mano el funcionamiento de un sitio web y lo que este nos puede aportar, sin embargo, en la actualidad todavía encontramos a mucha gente que, sin ir más lejos, no diferencia entre un sitio web y una página web. Y es que gran parte de la población hemos nacido antes de la revolución tecnológica, por lo que es más que habitual que, entre otros, confundamos estos dos términos. Así, antes de avanzar os queremos recordar que un sitio web es el conjunto de páginas web que forman un portal de internet. Para que os quede más claro, un sitio web es por ejemplo cadenaser.com y una página web es cada una de las noticias alojadas en ese sitio. Ahora ya, con los términos básicos diferenciados os queremos hablar de los comercios online, y es que estos son el gran beneficio que obtenemos de los sitios web, puesto que realmente son los que nos dan de comer en el día a día, más allá de que incluyamos o no publicidad en nuestra web.
Como os decimos, cada vez son más los sitios web que incluyen tiendas online y es que sobre todo ahora con la pandemia que estamos viviendo, cada vez son más los ciudadanos que recurren a la red para hacer sus compras y así evitar tener que salir a la calle y poder contagiarse. Pero no solo es por eso, sino que hay otros que directamente recurren a internet por pereza a tener que ir a las tiendas y aguardar colas, pudiendo comprar desde la comodidad del sofá de su casa. Es por ello que nosotros como comerciantes debemos de aprovechar esta oportunidad que nos brinda la red para ofrecer todos nuestros productos y así conseguir que, si no la mayoría, que parte del beneficio mensual de nuestro negocio llegue a través de la red. Así, entre las ventajas que nos ofrece una tienda en línea, nos podemos encontrar con:
- Vende en todas las partes del mundo. Tener una tienda online te permite poner a la venta tus productos en cualquier parte del mundo. Así, los clientes no tendrán la necesidad explícita de viajar a donde estás para ver qué es lo que ofreces. Además, con esto se eliminan así todo tipo de barreras tanto geográficas como lingüísticas. Tu comercio electrónico traducido a los distintos idiomas permitirá que puedan comprar en él desde distintos países.
- Te pueden comprar en cualquier momento. No solamente hablamos de días especiales como en el Black Friday o durante las rebajas de enero. Hacemos referencia, especialmente, a que tu tienda online se encontrará abierta para cualquier cliente las 24 horas durante los 365 días del año. Sin importar cuándo les surge la necesidad de adquirir tus productos, o si se encuentran en otro lugar del mundo con un huso horario diferente. Por ello es importante contar con una plataforma de venta online siempre, y no solamente en momentos concretos. En este sentido, los ejemplos más claros los podemos encontrar en Amazon, El Corte Inglés, Cerámica para arquitectura o los propios concesionarios de coches, los cuales ya comienzan a vender a través de sus sitios web para satisfacer las demandas de los consumidores.
- Recibe feedback de los productos. ¿Siempre has querido saber qué opinan los consumidores de lo que vendes para poder ofrecer más o mejorarlo? Pues la tienda online te permitirá recibir ese feedback para que puedas implementar mejoras en tu negocio. Mediante valoraciones de estrellas, con la posibilidad de dejar comentarios…
Además, el cliente se sentirá escuchado tras su compra. No hay mejor forma de agradecerle la confianza de adquirir los productos de tu empresa. Es más, si ofreces calidad no tendrás nada de qué preocuparte. Posibilitar un canal directo donde los demás vean qué pueden esperar de un determinado bien adquirido es un gran ejercicio público de confianza en tu negocio.
- Mejora la imagen de tu negocio. De entre las ventajas de tener una tienda online, no cabe duda que también se encuentra la de mejorar la imagen de tu empresa. Ofrecer una buena plataforma de venta a través de Internet a los usuarios va a dotar a tu empresa de una gran apariencia corporativa.
No solo demostrará estar actualizada, sino que mostrará interés por facilitar la compra al consumidor. Por ejemplo, le evita desplazamientos al lugar físico de venta y le permite comparar precios desde casa. Además, gracias a lo que hemos mencionado como la fidelización o el feedback, podrás hasta implementar mejoras en tus productos que los clientes valorarán positivamente.
La máxima seguridad de las transacciones es fundamental
A día de hoy, operar por Internet es casi más seguro y fiable que hacerlo en una tienda física. Desde tu casa, sin que nadie espíe tu número secreto ni tu tarjeta de crédito. Eso sí, la página web del comercio electrónico ha de contar con un certificado SSL. Este certificado no solamente permite una navegación segura por la web. Además, mantiene los datos encriptados, de tal manera que sea totalmente seguro introducir claves y contraseñas. Esto no solamente será necesario para la cuenta comercial del cliente, sino para emplear datos todavía más sensibles como los de la tarjeta de crédito con total tranquilidad.