España es el país del mundo que más depende de los bares y restaurantes que se encuentran en sus pueblos y ciudades. La población de este país siempre se ha caracterizado por pasar buena parte de su tiempo libre en estos establecimientos porque entiende que es la mejor manera de sacarle el máximo provecho posible a sus momentos de ocio. Y la verdad es que es un acierto que así sea. Dicen que socializar es una de las mejores maneras de ser felices y la verdad es que un bar siempre suele ser un buen lugar para coincidir con gente y hacer realidad esa necesidad de socialización.
Una de las claves para que en España tengamos un carácter tan alegre es precisamente eso, que haya multitud de estos establecimientos repartidos por nuestro territorio. Y es que fijaos en la cantidad de restaurantes (solo restaurantes, estamos dejando de lado los bares) que había en cada comunidad autónoma de este país a 1 de enero de 2021. En Cataluña, eran más de 15.000. En la Comunidad Valenciana y Andalucía superaban los 11.000 y en la Comunidad de Madrid se bordeaban los 10.000. Y eso que veníamos de pasarlo mal durante la pandemia, recordad.
Tanto es el amor que profesamos por los bares en España que, tal y como vais a ver en la noticia que os enlazamos a continuación y que fue publicada en la web del diario El Mundo, las instituciones españolas quisieron que fueran considerados Patrimonio de la Humanidad. La verdad es que, al menos, parte del patrimonio de este país sí que se han ganado el derecho a ser. Hablamos de sitios que son sagrados para muchas personas y sin los cuales todo sería muy diferente en términos de ocio, alegría y disfrute.
Ahora, cambiemos la perspectiva y veamos lo que implica este negocio para alguien que se dedica a él y no desde el punto de vista de quien lo disfruta. El hecho de que haya tantos bares y restaurantes obliga a los hosteleros a destacar por algo. Si la oferta es muy variada, hay que tener claro que debemos tener algo que a la gente le llame la atención: buena comida, buena bebida, buena música o buena ubicación, entre otras cosas. Y si pueden ser todas juntas, mejor que mejor. No es fácil conseguirlo: los lugares que presentan esas características se pueden contar con la palma de una mano.
Una de las cosas por las que se puede caracterizar un bar o restaurante y por la que, por tanto, puede obtener una ventaja competitiva con respecto a los bares que tiene a su alrededor es la tecnología. Y es que la tecnología tiene una influencia muy grande sobre la producción de cocinas de última generación, que permiten que el trabajo de los cocineros sea de mucha más calidad y que, además, puedan estar listos de la manera más rápida posible. Estas dos cuestiones son consideradas como de primera necesidad entre los hosteleros españoles según nos indican desde Mayfriho.
Son cosas que los clientes valoran
Los dos aspectos de los que os acabamos de hablar, la calidad de los menús elaborados en la cocina y la rapidez con la que se ejecutan, son aspectos que son considerados básicos por parte de las personas que suelen frecuentar bares o restaurantes. Por un lado, todos y todas queremos comida de calidad con independencia de cuál sea la carta del sitio al que acudimos. Y, por el otro, todos y todas somos conscientes de que la elaboración de esos platos conlleva un tiempo, pero no estamos dispuestos a esperar una hora para que nos los sirvan, ¿verdad?
La tecnología tiene una influencia más grande de lo que pensamos para cumplir con esas dos cuestiones de las que os estamos hablando. Los hosteleros españoles, en líneas generales, se han dado cuenta de ello y ese es el motivo por el que la apuesta por cocinas de última generación ha crecido, por no hablar de otros aspectos ligados a la tecnología como la participación de establecimientos de este tipo en aplicaciones en las cuales se puede pedir de comer o cenar online.
Ni que decir tiene que esta apuesta por lo tecnológico se tiene que seguir haciendo más y más grande ya no solo en este tipo de negocios, sino en todos. Es el futuro y, cada vez en mayor medida, el presente de la sociedad en la que nos encontramos. Si no apostamos por ello, estaremos cometiendo un error que, incluso a corto plazo, nos va a perjudicar de un modo increíble. Parte de la sociedad ya se ha dado cuenta de ello y está poniendo los medios para adaptarse a estos cambios. Debemos hacer posible que ese volumen de negocios sea cada vez más grande. Dejará buenas noticias para la economía española.