Gracias a los tratamientos por láser, que son sencillos, seguros e indoloros, acabarán con el miedo al dentista. La presidenta de Compromiso y Seguridad Dental informa que «el miedo al dolor es una de las principales causas para no acudir al odontólogo en España, donde sólo el 38% de la población va al dentista al menos una vez al año».
El láser se usa para los tratamientos de blanqueamiento dental, todo tipo de intervenciones como cirugía en encías, periodoncia, endodoncia, tratamiento de la sensibilidad térmica…
Los expertos explican que el láser aporta hemostasia, precisión y esterilidad. El láser también se utiliza para otros métodos en odontología como la implantología, la ortodoncia invisible o la odontología integral acelerada (OIA) para rehabilitaciones integrales orales.
En odontología el láser más conocido es el diodo, similar al que se utiliza en fotodepilación, este láser permite trabajar en tejidos duros y blandos. Algunos han ido evolucionando, por lo que permiten realizar los tratamientos casi sin anestesia o con anestesia tópica.
«Cuando utilizamos láseres con marcado efecto térmico para ser utilizados como fotobisturí no suele ser necesaria la colocación de puntos de sutura. Ello ofrece que los fibroblastos se distribuyan libremente siguiendo las líneas propias de tensión del tejido a reparar, disminuyendo el volumen del tejido cicatricial, y consiguiendo cicatrices con alta calidad estética, informa el Consejo General de Dentistas.
Hay dos tipos de láser de diodo:
– Los de baja potencia o láser blando, empleados en la bioestimulación de los tejidos. Son láseres de baja energía y que emiten en la región del espectro infrarrojo cercano o del rojo, con una potencia media de 1-100 mW.
– El láser de alta potencia, es el más versátil. Posee potencias de 1-15 W o más, también contiene una longitud de onda comprendida entre 810 y 980 nm.
¿Cuáles son las ventajas del láser de diodo?
Los profesionales de Dental Studio explican las principales ventajas del láser de diodo:
-Disminuye el dolor postoperatorio al 90%.
-Se requiere menos anestesia.
-Provoca un efecto analgésico en el tejido.
-La cicatrización es más rápida.
-Disminuye el sangrado, la inflamación y la sensibilidad dental.
-En la mayoría de los casos no se necesita sutura.
-Esteriliza el campo operatorio.
-Evita efectos secundarios.
-Elimina las bacterias en la cavidad oral.
¿Cómo funciona el láser en la disminución de la sensibilidad dental?
La sensibilidad dental es producida por la exposición de la parte más blanda del diente, por lo que la dentina contiene unos túbulos llenos de líquido, que están en contacto con los extremos de los nervios de la pulpa.
Muchas personas sienten molestias cuando ingieren alimentos fríos o calientes, porque estos provocan el movimiento del líquido de los túmulos, los nervios reaccionan provocando un pinchazo.
Los dentistas utilizan el láser de diodo para deshidratar los túbulos dentinarios y disminuir el volumen de fluido dentro de los mismos.
¿Por qué se utiliza el láser en el tratamiento de aftas y herpes?
El láser acaba con el virus que está en la superficie. Este tratamiento se puede realizar en los síntomas propios del herpes, para evitar la aparición de la lesión herpética.
Los odontólogos optan por esta intervención, porque no requiere anestesia y es sencilla. También se utiliza en periodoncia, porque por su efecto térmico a baja potencia y su efecto electromagnético destruye las membrana bacteriana.
Laser en Cirugía
«Para usar el láser de diodo en cirugía, es necesario activar la punta de la fibra para que el corte sea eficaz. Habitualmente no se precisa anestesia y apenas se produce sangrado», informa los profesionales de Gaceta Dental.
El láser se puede utilizar en frenectomías, papilomas, fibromas, mucoceles, angiofibromas, implantes, pulpectomías, alargamiento de coronas, gingivectomías, hiperplasias fibrosas, etc.
¿Cuáles son los aspectos a tener en cuenta en la utilización del láser?
A continuación, te explicamos algunos aspectos a tener en cuenta para una correcta utilización del láser.
El dentista deberá controlar la potencia de trabajo y el tiempo de aplicación, para evitar el sobrecalentamiento de los tejidos cercanos a los que están siendo tratados.
El Consejo General de Dentistas explica que «cuando se utiliza para cortar, se produce un efecto térmico acumulativo en profundidad, que puede producir amplias zonas de desnaturalización térmica. Por ello, para cortar tejidos blandos, se debe usar a potencias altas y tiempos de emisión ultracortos, dejando entre disparo y disparo tiempo suficiente para que se produzca la relajación térmica».
«A potencias máximas se puede usar en tratamientos endodóncicos y de periodoncia para obtener una mayor desinfección de la zona irradiada», añade.
Es importante la protección ocular
tanto para el profesional como para el paciente, con las gafas evitarán lesiones en la retina.