¿Vitro o inducción? Es aquí cuando asalta la duda a la hora de renovar el sistema de cocción en casa. De hecho, es un problema más que habitual al que se enfrenta cualquier familia cuando tiene que decidir entre una opción u otra. Por ello, te hemos preparado una lista con las ventajas e inconvenientes de ambas para ponértelo un poco más fácil a la hora de elegir cuál es mejor y peor para ti.
Cocina de vitrocerámica
Al igual que cualquier sistema de cocción las cocinas de vitrocerámica cuentan con ventajas e inconvenientes que vamos a descubrir a continuación. En función de tus necesidades a la hora de cocinar tendrás que valorar si es el sistema que te conviene.
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Ventajas de las cocinas de vitrocerámica
Entre las principales ventajas de las cocinas de vitrocerámica hay que destacar que calientan de manera progresiva, conservan el calor, son fáciles de limpiar y su precio en el mercado es económico.
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Calienta de manera progresiva
A pesar de parecer lo contrario, cocinar de manera progresiva puede llegar a ser una ventaja sobre todo para cocinar algunos alimentos que no conviene que se hagan rápido. Si eres de los que prefieren el café tradicional, agradecerás tener una vitrocerámica, ya que necesita un hervor progresivo.
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Conserva bien el calor residual
Se puede considerar una ventaja ya que puedes acabar de cocinar con la vitrocerámica apagada para ahorrar energía.
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Es fácil de limpiar
Al tratarse de una superficie lisa, es muy fácil eliminar los restos de comida y líquidos. Basta con pasar una bayeta húmeda tras su uso.
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Es económica
Si se compra con otro tipo de sistemas las placas de vitrocerámica son de las opciones más baratas del mercado. “Los precios de las placas varían en función del número de fuegos y la marca. Pero se pueden encontrar ofertas interesantes como placas de 4 zonas de buena marca por poco menos de 200 euros. Y el precio habitual en el mercado ronda los 150 y 300 euros”, explican desde Megahogar, tienda online de electrodomésticos y electrónica.
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Apta para todo tipo de recipientes
Al igual que el gas, se pueden usar todo tipo de recipientes a la hora de cocinar, incluidos los de barro.
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Se pueden programar
Gracias a un temporizador que llevan incorporado con desconexión automática, la placa se apaga transcurrido el tiempo deseado. Aunque esto también depende del tipo de modelo que se tenga. Pero todos los nuevos modelos incluyen un sistema para poder programar los fuegos.
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Inconvenientes de la vitrocerámica
Sin embargo, no todo son ventajas con las placas de vitrocerámica. Entre los principales inconvenientes hay que indicar que son lentas, el consumo eléctrico es más elevado que en otros sistemas y tardan más en enfriar, lo que puede ser una ventaja o una desventaja según cómo se mire.
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Son más lentas
Antes vimos que el hecho de que se encendían progresivamente es una ventaja pero también puede resultar algo negativo, ya que por ejemplo, si quieres hervir agua, se tardará mucho más en alcanzar el punto de ebullición.
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El consumo eléctrico es elevado
Este problema va de la mano con el anterior punto. Al necesitar más tiempo para hacer la comida, se hace un uso mayor. Por lo tanto, más consumo eléctrico. Supone una diferencia de hasta un 50% con respecto a la placa de inducción según indican algunos fabricantes.
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No se enfría rápido
El calor residual que mencionábamos anteriormente como una ventaja, puede llegar a ser un problema si se ha terminado de cocinar y no se ha retirado el recipiente de la vitrocerámica.
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Puedes quemarte
A diferencia de la placa, que no se calienta casi nada la superficie, con la vitrocerámica puedes quemarse por las altas temperaturas que alcanza el cristal de la superficie incluso minutos después de apagarse.
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Se raya con facilidad
Al ser una superficie de cristal se raya con mucha facilidad por lo que para limpiarla se necesitan productos y artilugios especialmente destinados para eso.
Placas de inducción
Y después de conocer las ventajas e inconvenientes de las placas de vitrocerámica es el turno de hablar de las placas de inducción.
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Ventajas de las placas de inducción
Las principales ventajas de las placas de inducción es que son muy rápidas, tardan poco tiempo en calentar, son más eficientes y el consumo eléctrico es menor.
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Son muy rápidas
La principal ventaja de las placas de inducción es que calientan el doble de rápido que la vitrocerámica. Así, cuando se encienden los fuegos el tiempo de espera es mucho menor.
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Es un sistema más eficiente
Con relación a lo anterior, el consumo es menor. No solo se trata de una cuestión de tiempo si no que la placa de inducción, tiene una tecnología eficiente. Y es que al actuar sobre superficies metálicas, la perdida de calor es nula. Y por otro lado, la estimulación para su funcionamiento necesita menos energía para el calentamiento de su resistencia eléctrica.
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Son más segura
La placa de inducción se considera más segura ya que si se calienta el recipiente metálico, el cristal permanece prácticamente frio. Además, al no quedar calor residual, se están evitando muchos accidentes sobre todo con niños en casa.
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Se puede programar
Las placas de inducción también cuentan con temporizadores al igual que las vitrocerámicas. Por lo que se pueden programar para que se enciendan a una hora determinada o que se apaguen tras un periodo de tiempo.
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Cuentan con programas extras
Según el modelo del que se trate, se ofrecen opciones que facilitan la cocción. Por ejemplo, una función de calentamiento ultra rápido para que la temperatura inicial se eleve más rápidamente. O incluso una opción para controlar la temperatura del aceite, para así evitar que se quemen los alimentos.
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Inconvenientes de las placas de inducción
Como ocurre con cualquier cosa no todo son ventajas, también hay una serie de inconvenientes que hay que valorar a la hora de tomar la decisión. Entre las desventajas hay que indicar que se necesitan sartenes y ollas específicas para la inducción, las placas son más caras y i nunca has cocinado con este sistema necesitarás un tiempo de adaptación.
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Necesitas una batería especial
Al funcionar como cualquier electrodoméstico, necesita de unos recipientes específicos aptos para inducción. Por lo que si es tu primera vez con una de estas placas tendrás que renovar por completo la batería de ollas y sartenes. Y no solo puede suponer un gasto importante, sino que además debes olvidarte de los guisos tradicionales con recipientes de barro.
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Las placas con más caras
Todo esto va a depender del modelo pero si es cierto, que por lo general, las placas de inducción son más caras que las de vitrocerámica. De hecho, cuestan casi el doble. Si bien, este sobrecoste inicial, se suele amortizar gracias al ahorro energético que supone.
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Debes adaptarte a una nueva forma de cocinar
Al calentarse más rápido, deberás estar más pendiente de los alimentos y tendrás que aprender a controlar las temperaturas y tiempos de cocción en muchos casos. Parece una tontería, pero el cambio de vitrocerámica a inducción, supone no poder seguir cocinando muchos platos tal y como lo hacías antes. Es decir, necesitarás un tiempo de adaptación a la hora de cocinar con este sistema. Esto no quiere decir que uno sea mejor que el otro, sino que son diferentes.
Una vez analizados tantos los puntos positivos como negativos de ambas opciones debes valorar qué es lo que te conviene. Porque para lo que una persona pueden ser ventajas para otra pueden ser inconvenientes. Así que se podría decir que no hay un sistema mejor que otro, hay un sistema mejor para una persona en concreto. Y por ello debes valorar cuál es mejor para ti.